miércoles, 2 de septiembre de 2015

Capitalismo por Juana Diaz. Primavera Verano 2016

La moda nunca ha sido una línea recta. Ha sido siempre una sinuosa huella que se puede ir leyendo a medida que la sociedad, en su conjunto, avanza. Momento de reflexión como el desfile NO de Viktor & Rolf  o momentos homo fundamentalistas como los de Walter van Beirendonck. Podemos recordar el primer desfile de Phoebe Philo para Celiné implantando una nueva silueta. Del mismo modo podemos reconocer la supremacía urbana de Public School hoy DKNY o el neo esteticismo de, por ejemplo, Creatures of the Wind.

Así y obedeciendo a un contexto tan crispado como actual, Juana Díaz presentó su colección Capitalismo en el espacio de arte La Pendiente en conjunto con el colectivo de arte 1000m2 albergado, todo esto, en el último piso del teatro Italia, en el corazón del barrio de moda.
4 bailarinas abrieron un desfile lleno de debates intelectuales, poses pensadoras y relaciones alumbradas. El rigor de la danza contemporánea plantea un lenguaje similar al del diseño de la creadora. Poco digerible pero igual de atractivo, juegan con una cercanía tan palpable como visible.

Piezas de lino vestían a unas cimbreantes modelos  en capas, blusas, ponchos, faldas y faldones. Sentadores vestidos en un brillo que solo las telas orgánicas dan. Mate y brillante a la vez. Un plisado exquisito en faldas a la rodilla. Todo giraba en torno a una visión con referentes contemporáneos con atisbos de un Chile vintage. A veces poético, casi mistralesco, pero no la Mistral de los piececitos azulosos, era la Mistral de Tala o Lagar, la Mistral dura, fuerte, pendiente. La crítica social  y el rescate del remanente obrero de los listones… Así mimo, las telas rescatadas de un deposito antiguo era todo un feroz grito al sistema de consumo que sostiene, por ejemplo, nuestra economía social, política, cultural y por supuesto, la economía monetaria.

WGSN, la súper pagina-enciclopedia de moda sacó hace una temporada un articulo al que titulaba La Generación ZE y su influencia en el vestir inteligente. La no silueta, el reconocimiento trans gender. La “nueva” construcción de las prendas, todo junto, en sí mismo, era una protesta a la realidad y al sistema actual y nada más cercano a Juana Díaz que lleva su característica construcción a través de un modo de costura que une trazos y hace un paño con cicatrices sobre solapas de abrigos y detalles inolvidables.


Una puesta en escena increíble, la colaboración entre la artes (La imagen de Isabel Rodríguez moviéndose por la pasarela simulando llevar tacos junto a las otras jóvenes bailarinas) y la profunda convicción de Juana Díaz hacen de este desfile-performance un acto contestatario y único. Exclusivo y divergente. Aplaudimos esta poesía que entrega sustancia y equilibrio a una moda que a veces parece separarse de la realidad. Esta es la piedra de tope con que cualquier observador de la moda se sentiría halagado de tropezar.

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