jueves, 21 de agosto de 2014

Latin Trends 2014

Vida y obra del ahora latinoamericano.

Comercialmente atractiva y decepcionante en lo conceptual, el Latin Trends de este año arroja sobre las marcas latinoamericanas una serie de conclusiones que, favorables para algunos, no deja de ser inquietante para el hacer de la moda que se genera en el territorio local.

El miércoles 20 de este mes y amparados por Parque Arauco, Latin Trends 2014 convocó a una selección de diseñadores latinoamericanos para mostrar sus colecciones primavera verano de 2014 – 2015.

Abrió el desfile  la marca argentina María Cher cuya propuesta está asociada al minimalismo estructural pero a la sobre exposición de estampados, sublimados, teñidos y bordados. Hicieron un magro y poco relevante resumen de una colección cuyo look book es un paseo por el alto verano argentino que suma tendencias globales a una marca con un reconocido sello local de carácter trasandino.  Consolidaron el bloque de estampados en una relajada silueta que hace reposar la ropa sobre el cuerpo y no al revés. Había de todo y todo apenas hilvanado por una idea de producto que se encaja en una colección vendible pero poco reconocible.



Karyn Coo introdujo una serie de textiles y texturas a una micro colección cuya silueta era a ratos  poco sentadora, con el talle alto en los pantalones y siempre poniendo énfasis en la cintura media, la diseñadora acompañó a algunos de sus looks con una masculina blusa blanca y que bueno… no hay nada nuevo en ella. Laboriosa, la sra. Coo diseñó lo que parecía una línea Crucero, relajada y en algunos momentos llamativa, como y citando a Matias Hernan, con un detalle constructivo valorable en el ultimo vestido, el cual pudo haber permeado de un modo u otro al resto de la línea Pre Verano.


Cecilia Hernández, la ecuatoriana radicada en Buenos Aires es la cabeza creativa de Talitha Ind, cuya colección mostrada en la BAFWeek contó con mucho más tiempo de desarrollo que la muestra coctelera con que la vimos acá. No pudimos ver el desarrollo conceptual de una colección inspirada en “…criaturas surreales intervenidas con técnicas lisérgicas…”. Abrió una chaqueta motoquera con maxi aplicaciones metálicas sobre una falta serpenteante, la que dio inicio a un desfile atiborrado en sublimados sobre gasas y tafetanes, volados y volúmenes asimétricos que a pesar de su aire digital conservaba un sesgo naturalista y fractal. Pequeño viaje en un san Pedro textil.


La línea de hombre de Magdalena Olazábal fue una singularidad ya que transitaba por una paleta de colores que divagaba entre el azul, celeste, cerúleo y gris y que manejaba texturas y cortes clásicos de modo usable y diverso. No exento de toques lúdicos el conjunto de chaleco de punto con bloques de colores y el maxi short era un look defendible y masculino cuya proeza está en cautivar al hombre chileno en el uso de prendas frescas y con personalidad. Lo presentado para mujeres había un aire severo… Respondiendo un sexo al otro, llevando al hombre a la forma femenina y la mujer a la hombría, habría que ver la colección completa para esbozar una idea del panorama que MO Store quiere mostrar.


La tucumana Sabrina Sastre presentó a través de Clara Rosa una colección prolífica en la técnica de sublimación sobre tela. Entre arriesgada y segura crea retículas y tramas visuales en blanco y negro cuyas formas divagan en el zoom naturalista generando achurados en el paño blanco. Sus duetos de texturas visuales daban por resultado dinamismo al trabajo de una diseñadora que, con seguridad, crecerá en el tiempo… y en la técnica.


La artesanal muestra de Viviana Uchitel proponía algunas de las más conocidas (y milenarias) técnicas de teñido. Una a una, las piezas se dibujan, cortan, cosen y tiñen para dar por resultado una imagen contemporánea y anacrónica del vestir con color. Organza en degradé en vestidos  ligeros cuyas formas ya vistas adquirían un aire renovado debido a los diferentes formatos en el que el tinte se aplica.


La Joya hizo del cobre no una aplicación sobrepuesta en la tela sino hizo del metal un paño en sí mismo, gran valor estético y conceptual ya que aportaba brillo y transparencia a una colección sin más miramientos que la intervención misma sobre estructuras clásicas de vestir. Algo vintage, algo actual… Algo. Los vestidos en “cuprum blocking” eran sin duda una bella hazaña junto con un abrigo de lo que parecía un lamé menos procesado pero que en alianza constituían una inversión visual con una proyección particular.




La post – deconstrucción es un sello de Urenko. Mostraron una colección cuya maxi silueta era un estupendo hilo conductor, con interminables paños, los diseños creados por Nicolás Bertolo y Anita Nava transitan siempre por un camino geométrico y diáfano al que suman el estampado digital sobre prendas que arquitectónicamente están hechas para provocar espacios entre el cuerpo y la indumentaria.



La sintética propuesta de la argentina Andrea Urquizu sitúa al dueto blanco y negro como hilo conductor de una colección cuya fortaleza es entregar líneas básicas al vestir femenino y masculino. Sin una gran innovación de por medio, Urquizu plantea prendas simples y ponibles.



Seductora y comprometida con una arquitectura imponente, Evangelina Bomparola sorprende con una línea clásica y elegante entre monocromos de colores que iban desde el amarillo canario en un conjunto de short entallado y blusa de gasa  hasta un fucsia potente en un vestido asimétrico en el que el paño de viscosa flotaba libre sobre una estructura a la medida.  Una propuesta ligada a lo atemporal y clásico, Bomparola hace el ejercicio de vestir a mujeres de todas las edades



La brasileña Lenny Niemeyer presenta una serie de pasadas basadas en la “super-comodidad”, sencilla y fresca y a la vez compleja y medida estampa sobre su paño textil  cuerpos florales difusos y llevados al microscopio, petalos y pistilos de orquídeas, crea una colección sumamente primaveral y exquisita.


Finaliza, Jorge Duque para Pineda Covalin quien se vale de seda estampada para crear vaporosos y suntuosos trajes… siempre en crucero, siempre en verano, la propuesta es potente y con personalidad. Para e hombre propone trajes de un solo cuerpo de estampado acompañados de camisa blanca o en conjunto azul cobalto que vibraba sobre una seda con tintes naranjas. Para las mujeres, Pineda Covalin ofrece clásicos mezclados con su sello característico.



La moda es un marca pasos del momento actual por el que cursa cada reducción territorial donde trabaja cada creador y era de esperar que eso se viera en el desfile. Por ejemplo, los diseñadores argentinos transitaron por el camino de la digitalización del estampado y se notó en cada trabajo visto y así también un peso algo lúgubre, desprovisto de color y riesgo.

Al final de la jornada Latin Trends ofrece una variada gama del trabajo en proceso del diseño latinoamericano. Pequeñas muestras del trabajo individual hace presagiar una curatoria centrada en lo comercial, vendible y listo-para-usar. Se le quita el discurso al diseñador para entregar una breve reseña de lo que es su trabajo… Lamentable si se piensa en el tiempo que cada uno toma para desarrollar su propuesta. 

Texto : Nicolás Castillo
 Fotos : René de la Cruz
Equipo Circulo Mag


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