domingo, 1 de septiembre de 2013

SANTIAGO D-MODA S/S 2013-2014

Santiago D-Moda
Hilván por Hilván.
Fue en 1957 que Christian Dior, después de muerto,  cedió su puesto a Yves Saint Laurent  quien, un año después fue reemplazado por Marc Bohan, el cual dio paso a Gian Franco Ferré. En 1997 Ferré  entregó la dirección creativa a John Galliano, quien ya después expulsado  es sustituido por su asistente Bill Gaytten momentáneamente, para finalizar con Raf Simons a la cabeza de la casa de Alta Costura.
Como espectador, el mismo Valentino vio como sus pupilos Pier Paolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri fundían en sus manos la tradición y calidad con que la marca se hizo conocida renovándola, potenciándola y haciéndola imperecedera.
Así, para abrir el Santiago D-Moda, Luciano Brancoli presento una colección en colaboración con sus alumnos del instituto AIEP. ¿Donde partía lo de Brancoli?. No se sabía a ciencia cierta, más que por el hilo conductual que marcaban algunos señeros vestidos. Abrió una poco fidedigna copia de la primavera verano de Dior Alta Costura de 2011, prolífica en tules y gasas negras, blancas, grises y humo, que para el ojo afilado constituye un agravante… Tanto esfuerzo puesto en una copia es un insulto para cualquier espíritu creativo. Sin embargo, lo que vino luego era más alentador. Jugando con los blancos y negros, el sr. Brancoli y sus alumnos se pasearon desde la pedrería hasta el maxi print. Pasando por una paleta de colores que discriminaba poco en cuanto al hilo conductual de sus vestidos. Una silueta alargada y estilizada se repetía en varios modelos y así también el bordado sobre tul color piel.
Terminado el desfile, en el estacionamiento del Alto Las Condes, el sr. Brancoli se vio animado agradeciendo a los asistentes, como cara visible de su propia marca. Marca que está pronta a cumplir cerca de 40 años y que como tal nos hace preguntar… ¿Habrá Luciano Brancoli sin Luciano Brancoli?. Caso sugerente en todos los modistos cuya carrera ya ha pasado del arrebol.
Finalmente, hay dos ramajes que constituyen el caminar de una marca, una es el pie familiar y que es donde la familia decide el legado de sus orígenes como el caso de Fendi o Blumarine y el pie de los inversores que inyectan a la marca fondos suficientes para que esta surja, se mantenga y prevalezca en el tiempo como en el caso de cualquier marca de conglomerado LVMH. En ambos casos se busca mantener un patrimonio que como tal debería perdurar y no morir con su creador, interesante seria comenzar a ver en  los creadores nacionales los resultados de su crianza en el equipo de trabajo e ir heredando un trabajo que se ha logrado hilván por hilván.
Al final del día, el trabajo del diseñador es lo que perdura. Si es necesario que una marca prevalezca, así se hará… La selección natural también hace su parte en la industria de la moda. Por algo hoy en día no existe un Oso Troncoso o una Laura Rivas en pasarela. Esto, si se tiene los meritos para aferrarse a la construcción de identidad de marca gracias al trabajo existente  y de cómo la sangre nueva puede tomar ese dialogo histórico y transformarlo en una mirada al futuro.-



TEXTO : NICOLAS CASTILLO
FOTOS: RENE DE LA CRUZ