jueves, 13 de febrero de 2014

ELOGIO A LO MASCULINO


Colección  Hombre. Otoño- invierno 2014 de Ignacio Lechuga.
Sombreros: Patricia Correa

“…Creo que lo bello no es una sustancia en sí sino tan sólo un dibujo de sombras ..."  
                                                                              El Elogio de la Sombra                                                                                          Junichiro Tanizaki

Con “El Elogio a la Sombra” de Tanizaki como pilar conceptual de la colección  y una fuerte inclinación a la sastrería más dura, Ignacio Lechuga nos presenta a modo de look book las piezas que conforman su propuesta para hombre de 2014. Con la colaboración de la artista del sombrero Patricia Correa y una historia que contar a través del relato visual que forman en su conjunto la colección, el señor Lechuga nos lleva por un camino cuyos claroscuros son la parte más atrayente del viaje.   

Fue la comunicación no verbal la que unió a ambos creadores, primero dialogaron las imágenes de sus trabajos, después los textos entre saludos y correos. Uno en Chile, la otra en Bélgica. Compartieron ideas, mandatos, relatos, partes del texto de Tanizaki hasta lograr una sincronía entre el trabajo de ambos. El accesorio se ponía a disposición de la colección. Todos los sombreros fueron inspirados  entre la norma del texto o la interpretación del señor Lechuga, dando un campo de acción importante a la creadora residente en Europa: “… Para mí no existen los blancos blancos ni los negros negros, existen los matices y viendo la colección de Ignacio noté que complementaba, que nos unificamos…”

Las prendas del señor Lechuga, de exquisito paño lana de origen local e impecable corte y confección son en sí mismos obras arquitectónicas sobre el cuerpo. Oriente siempre tiene mayor influencia sobre occidente y lo retrata esta colección. Líneas severas, una paleta de colores acotada de grises, marengos, ocres y negros en los abrigos y cuyas intervenciones estaban resguardadas bajo rigurosa matemática que solo el manejo de la sastrería entrega, como en aquellos abrigos donde el tejido a palillo entrega al paño lana un quiebre de color y textura y enaltece al mismo material en técnicas distintas. Innegable es la atracción que existe cuando se ven aquellos abrigos cuyo traslape de material a través de placas de tejido genera una curva que pareciese deformar al cuerpo propiciando justamente aquello que está oculto y entre las sombras. Los pantalones, que serán un sello de la técnica de Ignacio Lechuga, eran también de rico paño lana, suaves y entallados a la cintura con una curva que describe las piernas y un torniquete que aprieta las pantorrillas, no cabe duda que pronto los veremos circular fuera de pasarela y en la vida cotidiana.

La colección por si sola es un dialogo entre el presente y el pasado, la conceptualización y la emoción, la luz y la sombra. El Japón medieval y el Santiago del 2014 se mezclan en una declaración del producto de Ignacio Lechuga, que desde la emoción crea una historia masculina usable, limpia, sobria y profundamente identitaria.

Inspiradas en el esquema de iluminación que ya usó el flamenco Vermeer, las fotos resultantes justamente divagan entre el enigma y la certeza, siempre en una línea editorial ya establecida por el diseñador. El trabajo es el que manda.











Texto:  @dinico_


Creditos Produccion:
FOTO : René De la Cruz
DIR.ARTE : Nicolás Castillo
ASISTENTE FOTO: Armando Donoso y Midori Parra
MAKE UP + HAIR: Gonzalo Mella
VESTUARIO: Ignacio Lechuga
SOMBRERO: Patricia Correa
ASISTENTES VESTUARIO: Nicole Muñoz Y Gonzalo Araya
MODELO: Gian Venturini.
 

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