No es casualidad y tampoco es azar que Latin Trends sea, hoy
por hoy, la cartelera de desfiles más nutrida y variopinta de la agenda anual
de la moda local. Y a veces hablar de local también plantea un desafío, local
hoy es Sudamérica, las comunicaciones, la política, la geo política y la
economía ha hecho desaparecer de nuestro lenguaje la palabra cono sur para ser
reemplazada por un espectro amplio e inclusivo. Sudamérica hace moda, dialoga
con ella y crea un mercado en medio de la batahola de las súper marcas
agrupadas en firmas globales.
Dinámica, sin pausas y en constante asombro, la pasarela de
Latin Trends nos dio una pincelada por el acontecer de la moda latina… O parte
de ella porque lo que hoy debería interesarnos es una postura respecto del
hacer moda fuera del circuito europeo. Políticamente, LatinTrends tiene
bastante que decir, desde la crisis de la triada femenina a la cabeza de tres
países de la región, pasando por las matanzas mexicanas, el calentamiento
global, la moda consiente, el slow fashion, el uso de materiales autóctonos,
etc. “Latinoamérica está de moda” citaba el slogan del evento y lo compartimos,
sin embargo creemos, fielmente, que Latinoamérica no solo está de moda, sino
siempre ha sido tendencia constante.
Meche Correa no da tregua a la identificación de una silueta
latinoamericana. La embajadora del diseño peruano puso en pasarela una de las
propuestas más decidoras del momento actual de la moda peruana. Lanas de alpaca,
baby alpaca y vicuña nos mostraban el lujo radical con que la diseñadora
trabaja. Materiales exquisitos daban forma a polleras amplias que ciertamente nos
indican de donde viene la influencia de la creadora. El Perú profundo y las raíces
precolombinas como referente. Los prendedores de plata con forma de araña, los
bordados florales y el uso de prendas de ahora como el crop top sobre polleras
abultadas.
En contraste, la diseñadora Karyn Coo presentó una colección
llena de referentes del pasado. Piezas
sin tejer, colores crudos sobre una
silueta relajada dio por resultado un desfile suave y etéreo. Dejando de lado
algunas de sus muletillas que, sin lugar a dudas, la han levantado como
diseñadora, La sra. Coo ha limpiado y ha resumido una estética que, al pulirse,
pueden verse brillos como los que presenciamos quienes disfrutamos de la
pasarela.
Latinoamérica está de moda porque todo lo que hacemos tiene un grado importante de pasión. Desde los estampados de Mariana Dappiano, la fuerza de Ignacia Zordan, la atemporalidad de Andrea Urquizu o la seda pintada a mano de Pineda Covalin, todo, todo lo hecho tiene atributos particulares e identificadores.
Latinoamérica está de moda porque todo lo que hacemos tiene un grado importante de pasión. Desde los estampados de Mariana Dappiano, la fuerza de Ignacia Zordan, la atemporalidad de Andrea Urquizu o la seda pintada a mano de Pineda Covalin, todo, todo lo hecho tiene atributos particulares e identificadores.
La imagen es el resultado de la identidad y lo que vimos,
con cuidada curatoria, resume un poco la sagacidad latina de componer con alegría
un canto que, aunque esconda tristezas, llena todos los espacios que tenemos
abiertos como consumidores.
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